Prácticamente todos los conductores están familiarizados con el hecho de que, por alguna situación concreta, una ambulancia pida el paso mediante el uso de sirena y/o luces. Pero que sea una situación común, no significa que siempre se actúe de la manera correcta. Y dado que en una situación de emergencia llegar pronto al hospital puede ser cuestión de supervivencia nunca viene mal asegurarse de que se sabe reaccionar adecuadamente.
El Reglamento General de Circulación, establece unas directrices de obligado cumplimiento que se resumen de la siguiente forma:
El primer paso consiste en saber por dónde llega la ambulancia y tener bien presente que se debe ceder el paso. En caso de encontrarse en una vía de de doble sentido hay que desplazarse a la derecha y señalizar la maniobra pero en vías de dos carriles por sentido conviene siempre apartarse hacia el lado por el que se esté circulando.Cuando, sin embargo, se trata de vías con tres carriles por sentido los coches que se encuentren en la vía central y derecha deberán orientar su desplazamiento hacia la derecha. Y los del carril izquierdo hacia el izquierdo. Y, en cualquiera de los posibles escenarios, si las circunstancias lo exigen se debe proceder incluso a la detención del vehículo.
Otra de las situaciones a las que hay que prestar atención es al uso del carril izquierdo como el habitual para la conducción, cuando en realidad debe utilizarse únicamente para adelantar. Este hábito incrementa notablemente la peligrosidad ante la reacción por la llegada de una ambulancia ya que suele tenderse a realizar una compleja maniobra de cruce de tres carriles para ceder el paso. Igualmente, si la ambulancia se encuentra en un carril libre de vehículos conviene evitar cualquier cambio de vía para evitar provocar el caos u obstruir el tráfico innecesariamente.
También es crucial evitar todo tipo de frenazos ya que estos pueden obligar a la ambulancia a reducir bruscamente su velocidad lo cual puede causar lesiones al personal médico, dañar el material médico o poner en riesgo la vida del herido que trasladan. Esto incluye la necesidad de renunciar a cualquier maniobra de aparcamiento cuando una ambulancia pide paso. De la misma manera, no es recomendable aprovechar el tirón de la ambulancia y circular detrás para evitar los atascos ya que, ante cualquier maniobra inesperada del vehículo sanitario, se podría sufrir una colisión.
En definitiva, se trata de una cuestión de solidaridad, civismo y respeto que también, por otro lado, puede tener consecuencias económicas. De hecho, la ley contempla sanciones para todos los conductores que dificulten el paso de una ambulancia ya que se considera una infracción grave que se castiga con multas de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos en el carnet. Aunque contribuir a salvar vidas no debería ser una imposición sancionable sino una reacción natural y auténtica de cualquier conductor.
Recomendado por JOSENEA ZONE AUTO. Fuentes: coches.com/ motor.es Imagen: Pixabay