En la actualidad, los motores no requieren de un tratamiento especial en los primeros kilómetros de recorrido como ocurría en tiempos pasados. Sin embargo, el uso que se dé a un motor en sus primeros kilómetros sigue siendo definitivo para determinar su funcionalidad, consumo y vida útil.
Para obtener los mejores resultados es crucial ‘sellar’ perfectamente el motor, especialmente, los anillos y cilindros que deben quedar herméticamente ajustados entre sí para obtener una alta rata de compresión y, por tanto, un alto poder motriz, poca demanda de gasolina y mínimo desgaste. Un sencillo procedimiento que debe realizarse en los primeros 500/1000 km de recorrido del coche y que puede efectuarse durante la conducción diaria en ciudad…
Conviene mencionar que, si bien los motores modernos pueden ser sometidos al límite de revoluciones desde el primer día, la aguja del cuentarrevoluciones no debe permanecer en el tope máximo permitido por más de un segundo. Algo que aplica desde el mismo momento en que se reciben las llaves hasta cuando el auto ‘muere’ por vejez y se da de baja su matrícula.
De igual forma, resulta aconsejable recordar que los motores modernos están pensados, desarrollados y construidos para aprovechar la inercia que contrarresta la inexorable ley de gravedad de Newton. Por tanto, un motor moderno trabajando en ciudad por debajo de las 2.000 rpm (sub-revolucionado) entrega menos ‘perrenque’, consume más gasolina y ‘fallece’ muchos kilómetros antes (100 mil o más) que uno usado entre las 2.000 y 3.000 vueltas, que es el régimen de revoluciones indicado para transitar en ciudad.
En lo que se refiere a la conducción en montaña, y dado que el peso del vehículo se multiplica en proporción a la inclinación del terreno por el que transita, conviene hacer funcionar al motor siempre por encima de las 2.500 r.p.m. Y es que la marcha a bajas revoluciones puede generar el flotamiento de válvulas, alteración o pérdida de los parámetros de sincronización y un prematuro y acelerado desgaste de la máquina, entre otras consecuencias.
En definitiva, el cumplimiento de estas sencillas recomendaciones redundará en una conducción más eficiente, segura, económica y placentera.
Fuente_ Elpaís.com